El Espíritu Libre.


‘‘Llamamos espíritu libre a quien piensa de un modo diferente a como cabía esperar atendiendo a su origen, su medio ambiente, su situación y su fundación, o las opiniones predominantes de la época’’. Friedrich W. Nietzsche.


Los espíritus sometidos constituyen la regla; ¿la regla de quién?

Las reglas y leyes de los poderosos y de todos aquellos que obedecen a poderosos intereses económicos, a los que no les importa destruir el medio ambiente para ver colmados sus bolsillos con un poco más de ese dinero maldito…

Constantemente bombardeados por mensajes directos y subliminales de los medios de comunicación al servicio de los personajes en el poder que han uniformado el pensamiento y la opinión pública convirtiendo en verdaderos clones a todos aquellos que no han aprendido y de aquellos a los que no les interesa aprender a preguntar. ¿Por qué?

Dejar el conformismo atrás, es misión de todos, desechar el sentimiento de no ayudar a los demás por la sencilla y aparente razón de que: ‘‘lo que les pasa a ellos no me afecta a mí…’’ es el paso definitivo para un presente equitativo y justo con oportunidades para todos y todas.

Hay que concientizarnos de que el futuro no puede ser mejor sino luchamos por el presente, si nos hacemos responsables de nuestras acciones y dejamos de ser meros espectadores y asistentes de la destrucción de la tierra que nos vio nacer; la tierra que fue de nuestros antepasados y que nos pertenece a todos y que no es un bien exclusivo de pocas familias adineradas, debemos convertirnos no solo en los voceros de las injusticias sino en combativos artesanos y constructores de una solución justa y social llena de oportunidades para todos.

El espíritu de la búsqueda de la verdad es el que debe orientarnos para convertirnos en profetas y soldados de Cristo renunciar a la comodidad personal, ver por el prójimo para que podamos empujar juntos hacia un cambio verdadero, dejar de esperar lo que otros pueden hacer por nosotros y comenzar a trabajar por aquellos que siempre han sido obligados a callar y estar olvidados porque no entran en los planes de desarrollo de un gobierno que sigue las directrices del poder oculto tras las políticas destructoras de un sistema económico que devora nuestras vidas y sueños.

Protestar por protestar no sirve de nada, ¿de qué sirve un ejército dispuesto a luchar si no tiene claro un objetivo? Debemos informarnos y ser informadores de lo que sucede en nuestras comunidades borrar de nuestra conciencia colectiva de que nacimos abajo y allí debemos quedarnos, aprender a trascender guiados por la Luz de Jesucristo y de profetas como Monseñor Oscar Arnulfo Romero que renunciaron a su propia vida y se convirtieron en enemigos del poder por luchar del lado de los pobres y necesitados.

Las campañas de miedo, la manipulación de la información, la represión de los pensamientos de aquellos que luchan por un cambio, los asesinatos selectivos y desapariciones forzosas de jóvenes son las armas con las que el poder nos divide, no caer en su juego es nuestro deber; dejando el miedo atrás y manteniéndonos unidos como seres humanos sin importar la religión a la que creemos pertenecer, formamos parte de un Todo creador del universo, llámese Dios, Yahvé, Jehová, Alá el Clemente y Misericordioso; fuimos creados a su imagen y semejanza, y él es un Dios de amor, de justicia, de misericordia, que ve en los más pequeños e indefensos, en los humildes a los que gozarán del reino de los cielos.

La tierra clama justicia, los árboles y los ríos agonizan de manera silenciosa, y junto con ellos la oportunidad de que futuras generaciones gocen de un mundo digno, lleno de vida, sino aprendemos hoy, a respetar los recursos naturales, y a ser más responsables con su uso; mañana tampoco lo haremos, porque los muertos no necesitan agua limpia para beber, ni aire puro para hinchar sus pulmones y gritar llenos de felicidad… Que estamos dispuestos a vivir. La explotación minera no trae beneficios a las poblaciones que son afectadas con las excavaciones, los metales pesados con los que serán contaminados los ríos, y mantos acuíferos son altamente dañinos para el ser humano (cancerígenos) Las construcciones de presas hidroeléctricas, por las cuales serán desplazadas muchas familias no resolverán la demanda de energía eléctrica. La tala de árboles para construir nuevas carreteras, no evitará el congestionamiento en las ciudades.

Con políticas que no toman en cuenta de manera seria y responsable los problemas que generarán estos pasos hacia el “desarrollo del país” solo queda unirnos y luchar de manera conciente para asegurarnos una vida digna en el presente y en el futuro para nuestros hijos e hijas.



· ¿Cómo luchar en una sociedad que excluye y priva de la oportunidad de desarrollo al no tener un empleo digno?

· ¿Qué papel debe jugar la mujer y el hombre en la construcción de una nueva sociedad?

· ¿Qué debe hacer la iglesia para alimentar la esperanza de un cambio, como Jesucristo lo predicó?

· ¿Qué estamos haciendo los jóvenes por la protección de nuestro medio ambiente?



Autor: El Caballero Errante.